Decimo octavo episodio: Rubies y Zafiros

Contradiccion seguia buscando a gente que le acompañara en su mision. Por ahora no habia encontrado realmente a nadie. Habia visitado diveros pueblos y ciudades pero no habia encontrado a nadie capaz de acompañar-le.

Un dia llego a un pueblo que le gustaba. Las casas eran ricas y decoradas. La gente era amable y agradable. Y sobretodo la posada no era cara ni era mala. Asi pues decidio quedar-se un tiempo, con la esperanza de que encontraria a algun acompañante.

Dogma no permanecio ocioso. Y comenzo a prodigiar a su señor. Siendo como era Dogma la alegria le solto un poco demasiado la lengua, y comenzo a hablar de las hazañas de Sir Contradiccion, su capacidad para resolver misteriosas enfermedades, su victoria contra el ogro y su gran vocacion de desfacedor de entuertos. Esto ultimo llamo la atencion de un hombre, que era emisario del rey, el hombre se lo comento al rey, y el rey llamo llamar al caballero, y su escudero tuvo algo mas que prodigiar.

Total, que sin comerlo ni beverlo, se encontro Sir Contradiccion en presencia del rey. Que tan solo le pidio que fuera al dia siguiente al mercado, y observara.

Al dia siguiente el caballero fue al mercado, con curiosidad. La plaza de mercado, que se podia esperar completamente acaudalada de gente y muy transitada estaba cruzada por una hilera de individuos con una vestimenta en la que resaltaba el rojo. No dejaban pasar a nadie, asi que no se podia celebrar el mercado. Al rato aparecieron otro grupo de personas, estos vestian de azul, e iban uniformados. Exiguieron a los rojos que se apartaran, para poder mercadear tranquilamente.

Los rojos recibieron a los azules a pedradas. Los azules no se lo tomaron realmente bien, asi que atacaron a los rojos. Pronto el mercado se convirtio en una batalla campal que duro hasta bien entrada la noche. Otra semana mas mercadear habia sido imposible.

El caballero acudio a visitar al rey. Tenia una idea para solucionar el problema. El rey le prometio que le daria todo lo que quisiera si conseguia solucionar-lo, pues el mercado era muy importante para su pueblo, los alborotadores debian ser castigados. Contra fue rapido en las exigencias, queria 41 rubies y 41 zafiros, y los queria por adelantado. Despues de dudar un poco, el rey acabo concediendoselos.

A la semana siguiente, fueron los azules los que protestaron ocupando el mercado, cuarenta personas no dejaban pasar a nadie. Sir Contradiccion se acerco a ellos. Comenzo a repartir rubies entre ellos, diciendo, esta es una piedra de gran valor, si la vendeis tendreis dinero para comprar comida para una semana. Los azules hicieron oidos sordos al caballero. Y continuaron alli, sin moverse. Cuando cuarenta rojos se acercaban por la calle Contra se acerco a ellos. Comenzo a repartir zafiros entre ellos, diciendo, esta es una piedra de gran valor, si la vendeis tendreis dinero para comprar comida para una semana. Los rojos hicieron oidos sordos al caballero. Y continuaron moviendose, hacia adelante.

La paliza tambien fue sonada y larga, no se puedieron hacer negocios. El rey estaba preocupado, hacia tiempo que el mercado no funcionaba, pronto se quedarian sin alimentos, pues no podian comprar-los. Eso iba a ser un gran problema para la poblacion. Sir Contradiccion le pidio una semana. Durante esa semana el precio de la posada subio, y la calidad bajo. Habia gente que tenia hambre, y mendigaba por las calles.

Finalmente llego un nuevo dia de mercado. Al poco los mercaderes se asustaron, y comenzaron a recojer sus cosas pues venian rojos y azules a toda prisa. Mas esta vez no se zurraron. Los rojos querian vender zafiros, y los azules querian vender rubies. Ese dia se vendieron cuarenta zafiros y cuarenta rubies. Hacia mucho que no se vendian tantas piedras preciosas juntas, asi que el precio de estas bajo. Finalmente los hombres tuvieron para comer, pero para poco mas. Comieron hasta artarse, como hacia mucho que no hacian, hacia tanto que no iban a comprar.

En las semanas siguientes no hubo altercados, el mercado transcurrio con normalidad, y la ciudad volvio a su curso. Sir Contradiccion se presento ante el rey. El caballero le entrego un zafiro y un rubi.

-Estas dos piedras tienen el mismo valor. Ahora son vuestras, debeis cuidarlas.