Decimo sexto episodio "Regresa Contra"

Sir Contra estaba cansado, cansado de sus vacaciones en el exilio. Le dolia la espalda, de dormir en camas que no eran la suya. Le dolia la piel, le dolia el cuerpo, le dolia el alma.

Cuanto antes se acabaran mejor, cuanto antes pudiera volver a la rutina de hacer todos los dias lo mismo, mejor. Aunque la verdad, habia de reconocer que habia cosas que solo se podia hacer en vacaciones. Solo en vacaciones se dispone de suficiente gente en un mismo lugar para hacer largas colas. Ahh largas colas, tonico proverbial, vendido a precio de oro, pero que puede causar una retalia de leves efectos secundarios, insolacion, deshidratacion, desnutricion, jaqueca, claustrofobia, paranoia persecutoria, agobio, y diversos dolores articulares; consulte con su farmaceutico.

Pero bueno, todo eso pasaba solo en vacaciones. Y ya no habia vacaciones. Sir Contra estaba contento, realmente estaba desayunando. Llevaba mucho tiempo en ayuno, sin tener apenas noticias del mundo. En esos momentos entro Dogman por la puerta.

-Mi señor, mi señor, un acto ignominioso ha tenido lugar. Debe usia saber que ha acaecido sin dudar.

Contradicción se lo quedo mirando.-Ese no es tu registro. ¿Acaso te has vuelto ministro?

El escudero, bajo la cabeza, y cabizbajo reprocho.-Perdonadme mi señor. Os he de mostrar algo que causa pavor.

Dicho esto le acerca un periodico, de varios dias atras. El diario mostraba una gran noticia en primera plana. "Sir Contra y los cuarenta ladrones, dejan a una familia sin techo ni calzones."

- Valgame el cielo, no soy yo, por supuesto. ¿De donde demonios a salido esto?

Dogma pretendiendo ayudar, contesta.- Mi buen señor, un libro de mi querido autor A. Nonimo, "Aqui explico como hacerse rico". Asi encontre el periodico.

Sir Contra contesta, señalando la foto.- No vuestro diario. Sino este vil osario.

Dogma se encoje de hombros...- No se mi buen amo. Quizas esa familia sepa a por quien vamos.Sir Contradicción, noble caballero, se le vanta de su sillón.

- Vamonos, pues empiezo a estar mareado...

Su escudero, preocupado le interrumpe

- Señor...

-... de tanto pareado.

Termina el caballero, dicho esto y prohibido hablar en verso; se dirige a la aldea de los aldeanos, al lugar de los lugareños, al sitio de los sitiados, no hay no.Pronto encuentra la ubicación. Los habitantes muy desubicados, ante tal aparición le tiran piedras sin mas dilación.

-Dije prohibido hablar en verso, sigue asi y te corto la narración.

Mas preocupado por las piedras que por el narrante el escudero intenta llevar a su señor bajo techo. Pero no hay en un buen trecho.Sir Contra cabreado, agarra un cayado. Con su gran labia y manejo convence a los aldeanos para que no esten callados.

- A ver, ¿que ha pasado aqui?

- Nos han robado los tejados.

- ¿Y quien ha sido?

- Unos desamparados sin techo.

- Ya veo. Y como habeis vivido hasta ahora.

- Al raso como nos dijistes.

- Yo no dije nada, estaba de vacaciones. ¿Pero por que lo hicisteis?

- Por que lo dijistes.

- ¿Por que lo dije?

- ¡Si!

- En tal caso... tiraos a un pozo.

Y los aldeanos muy diligentes se tiran a un pozo. Sir contra puso una placa en el pozo, y escribio: Su gozo en un pozo. Entonces Dogma se acerco.

- Parece que ya se ha acabado toda esta historia.

- No todavia... he de encontrar a ese imitador, a ese Sir Contra de Avellaneda.