Decimo noveno episodio: Contradicción y Paradoja

El caballero estaba tumbado en la verde hierba cerca del lago observando sus ondas. Era una imagen completamente Arturica, como diria el escudero. Solo que alli no habia ninguna dama del lago, ni una espada encantada.

-Por que aunque la espada fue hallada clavada en una roca. La espada encontro su final en un lago, arrojada por Arturo para que fuera custodiada.- Dogma ya casi tenia listo el traje de buzo, hacia algunos dias se habia suscrito a una revista de buceo por fasciculos. En el primer fasciculo le venia de regalo un poco de oxigeno para llenar la bombona. Al poco se habia ilusionado y intentaba buscar la magica espada, pues creia que seria de gran utilidad en su combate contra el maloso.

Total que hallabase Contra muerto de aburrimiento en la orilla y Dogma haciendose el muerto en la superficie cuando... no paso nada. La actuacion de Dogma fue haciendose cada vez mas convincente, la bombona venia en el fasciculo trigesimooctavo por lo que aun no la tenia, hasta que llego al punto que Contradiccion lo saco de alli y lo llevo al hospital. Un doctor de andar por casa le atendio y acabo por curar a Dogma despues casi matarlo al menos dos veces.

En la sala de espera hallo una mujer. Una mujer que no habia visto nunca con los ojos abiertos, y que ahora por culpa de la blancura de las paredes y de la brillantez de las lamparas podia ver incluso con los ojos cerrados, cada punto de su orografia aparecia ante sus ojos cerrados cegados. Al instante Contradiccion supo que era la mujer que esperaba.

La espera habia sido eterna y duradera. Pero ahora queria ponerle fin. Salio de la sala de espera, ya no iba a esperar mas, asi que fue donde estaba la mujer. Se planto frente a ella y le pregunto.

-¿Que haces?

-Esperar.

La respuesta cayo como un jarro de agua fria sobre el caballero. Era previsible. Era el destino, ella tambien estaba esperando.

-Y, ¿a quien esperas?, si puede saberse.

-A mi principe azul.

Lastima no era a el, pues desde luego no era azul. Penso con fuerza como salir del atolladero, cerro los labios y rechino los dientes, apreto los puños. De pronto los ojos de la chica se iluminaron levemente. En su concentracion Contradccion olvido respirar, volviendose un poco violaceo... incluso azul. Tras el sincope a punto estubo de desmallarse. Por lo que estubo unas horas en el hospital.

Al salir a recojer a Dogma, que le esperaba en la sala de espera vio de nuevo a la mujer. La mujer lo miro divertida, recordando el incidente de antes. Seguia sentada, sin moverse.

-Y ahora, ¿a quien esperas?, si puede saberse.

-A ti.